Julián Molina, de 25 años, se consagró como primer maratonista argentino en cruzar la línea de llegada en la Media Maratón de Buenos Aires. Para poder competir, el paranaense radicado en Rosario vendió varias docenas de empanadas.

La carrera comenzó a las 7.30 en Figueroa Alcorta y Monroe. El objetivo de la 30° edición era llegar a la meta en menos de una hora, una proeza nunca antes alcanzada en esta carrera y que logró el etíope Mosinet Geremew. En diálogo con el Departamento Informativo de LT14, el deportista explicó cómo es su entrenamiento diario y relató cómo vivió la carrera. Además,  contó qué tuvo que hacer para poder participar de la competencia.  Molina nació en Paraná, su familia vive en barrio San Agustín, pero él vive en Rosario desde hace varios años.