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"Mordisquito, a mí no me la vas a contar": La historia detrás de la ficción

¿Cómo nació este proyecto?

La TVP y la Biblioteca Nacional vienen articulando diferentes proyectos desde el comienzo de la gestión. Un ejemplo: la coproducción de la serie La Otra Aventura.

En mayo de este año, mientras imaginábamos nuevos proyectos, la gente de la Biblioteca nos comentó que habían encontrado los guiones originales de los célebres monólogos que Enrique Santos Discépolo había protagonizado en Radio El Mundo en 1951. Inmediatamente acordamos encarar el proyecto de hacer una ficción. Sumamos a Radio Nacional por varios motivos: 1) El edificio actual de Radio Nacional en Maipú 555 es el que ocupaba El Mundo en aquellos años. 2) Necesitábamos recrear el clima de radio con elementos históricos que Nacional aún conserva. 3) El proyecto debía tener una pata musical porque la obra de Discépolo requería un espacio importante en la historia, y Radio Nacional tiene el know how para producir esos segmentos tangueros de la serie.

Así se armó el acuerdo Radio y Televisión Argentina + Biblioteca Nacional.

¿Por qué hacemos esta ficción?

Discépolo es un creador insoslayable de nuestra cultura. Un artista imprescindible al que la televisión le debía una visita. Pero más allá de su recorrido artístico, vimos la oportunidad de contar a través suyo la historia de un momento muy particular de la Argentina: el año 1951. Es un año traumático para el primer gobierno de Perón porque comienza a articularse una oposición feroz que no ahorra ningún recurso a la hora de atacar al peronismo. Es el año donde se perfila con nitidez lo que terminaría de ocurrir en 1955 con la llamada Revolución Libertadora.

Discépolo recoge el guante y, a través de esos monólogos radiales, le pone el cuerpo a la situación y sale a responder. Inventa un interlocutor imaginario al que llama Mordisquito, con el que discute todos los días. En esa polémica que protagoniza Discépolo hay muchas aristas interesantes. Por un lado, el paralelismo con la Argentina actual, con su grieta profunda y asfixiante. Por otra parte, la interpelación permanente de Discépolo a su adversario, a quien le demuestra que está votando en contra de sus propios intereses; algo que también es asimilable a lo que vivimos hoy.

Además, esta serie muestra el vía crucis de Discépolo, quien al expresar su compromiso político se expone al desprecio y a la marginación artística y social; ya que se convierte en un paria al que buena parte de sus colegas le dan la espalda, lo que le produce una depresión mortal.

Este último aspecto de la historia también resuena en el presente, un momento en el que los artistas que manifiestan sus preferencias políticas son acosados y perseguidos por el establishment cultural.

¿Con qué se van a encontrar quienes vean esta ficción?

  • Con una historia en seis episodios de media hora de duración que intenta narrar el momento más dramático en la vida de un artista imprescindible.
  • Con un relato que busca rescatar el clima artístico y político de un momento clave de nuestra historia.
  • Con una recreación de la era dorada de la radio argentina.
  • Con la obra musical y literaria de un ícono cultural de la argentina, un artista descarnado que dejó la piel por sus ideas sin especular. Era alguien que tenía todo, y que podía haberse hecho el distraído; pero que arriesgo su nombre para defender sus convicciones.
  • Con personajes reales de nuestra historia política y artística.
  • Con Raúl Apold, el subsecretario de Prensa y Difusión del gobierno peronista. Un tipo tan polémico como interesante, a quien hay que analizar en su contexto.
  • Con actuaciones fantásticas e interpretaciones musicales deliciosas.
  • Con la sombra omnipresente de Perón y Evita, que están todo el tiempo sin estar en escena.
  • Con una historia que pasó hace setenta años, pero que sigue ocurriendo hoy.
  • Se van a emocionar, se van a divertir y se van a enamorar de un personaje entrañable.